Maquinaria para la madera: la tupi, un básico de la carpintería
Una herramienta básica del taller de carpintería es la máquina tupi, por la que pasan todas las piezas para su procesado y que es común encontrar funcionando constantemente a lo largo de cada jornada de trabajo. Este instrumento es un clásico de la maquinaria para la madera, utilizada desde hace muchos años. Sirve para realizar perfiles en la madera, fresar, agujerear, galcear, moldurar e incluso pulir las molduras y consiste en un sistema rotativo con fresa, tal y como indica su nombre, aunque en otro idioma. Toupie, en francés (pronunciado tupi), significa trompo, peonza.
Dicho sistema rotativo está dispuesto sobre una mesa de trabajo. Encima encontramos un eje vertical motorizado para girar y en el que pueden colocarse las fresas, los instrumentos de corte. Después, con la ayuda de unas guías, el artesano solo tiene que mover la madera u otros materiales manualmente para alcanzar el resultado deseado. Este planteamiento convierte a la tupi en una máquina muy versátil, capaz de realizar todo tipo de intervenciones sobre la materia prima.
Ya existe desde hace muchos años una versión de mano y que todavía se utiliza, aunque para trabajos más puntuales y no de forma tan generalizada como su hermano eléctrico.
Al tratarse de un instrumento tan esencial para el fresador es por lo tanto fundamental que sea de la mayor calidad posible, ya que una máquina defectuosa o poco precisa puede implicar muchas molestias. La tupi ideal debe ser fácil de poner en marcha, con una puesta a punto rápida para aprovechar el tiempo al máximo. También debe ser segura, para minimizar los riesgos durante su manipulación.
Además, la precisión de la máquina es muy importante, y es que este factor puede determinar el éxito de un trabajo, además de que no queremos tener que estar regulándola continuamente. Para que nuestra tupi cumpla estos requisitos, es recomendable adquirir una máquina con un eje vertical de diámetro grande y con un motor potente, lo que evita que se desregule, facilita las regulaciones, simplifica la puesta a punto y así garantiza la calidad del producto. En cuanto a la utilización segura de esta maquinaria, conviene ser conscientes de que el riesgo aumenta considerablemente si hay sobre carga de trabajo.
Cada tipo de trabajado del material que tengamos entre manos necesitará una velocidad más adecuada para lo que queramos conseguir, lo que, por supuesto, puede regularse con esta máquina, así como la profundidad del corte.
Riesgos y seguridad
El utensilio tiene sus riesgos, como cualquier otra herramienta para trabajos de este tipo, por lo que es necesario tomar medidas de seguridad y minimizar los riesgos. Lo primero es cuidar su mantenimiento, para lo que hay algunas pautas a seguir. Por un lado, debe mantenerse la maquinaria bien engrasada, tanto las partes móviles como la superficie de la mesa, para evitar su oxidación. Por otra parte, también hay que asegurarse en el cambio de fresa de que la sustituimos correctamente, pieza por pieza y siguiendo el orden establecido.
Además, es muy recomendable utilizar equipos de protección como botas de seguridad, ropa ajustada o cascos para la protección auditiva. Asimismo, se aconseja contar con un sistema de aspiración de aire, uno de antirretroceso de piezas, una carcasa de aislamiento de las partes móviles y una parada de emergencia.
Antes de comenzar a utilizar la máquina, sin ponerla en funcionamiento, conviene inspeccionarla y conectar la extracción de virutas. Durante su uso, uno debe asegurarse siempre de pasar la pieza siempre en sentido contrario al de rotación del eje y la herramienta acoplada. También es importante emplear un listón para pasar las piezas estrechas. Para realizar molduras en testa, utilizar la guía. De esta forma, el trabajo con la máquina tupi será muy cómodo, siempre que se sigan todas estas pautas y se utilicen los equipos de seguridad adecuados.
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